Hola amigos de mi canal en las manos del Maestro en esta oportunidad quiero compartir con ustedes una historia muy triste . Es la historia de un padre que no supo controlar su ira y le jo una marca muy dolorosa a a su hijo de por vida.
Una familia se había comprado un auto nuevo, Un carro O km, hermoso, se mire por donde ser mire: el tapizado, el color…todo.
El padre amaba ese auto, todo su esfuerzo estaba allí.
Salio el papá, la esposa y el hijo, el pequeño contaba con tan solo 3 años de edad.
Llegando a una estación de servicio bajan los padres, y dejan al niño en el auto cerrando las puertas. El niño encontró un marcador de color oscuro y comenzó a escribir en todo aquel hermoso tapizado, con un gran entusiasmo y amor. Ya que los niños hacen sus cosas en esa condición.
Después de un rato regresan los padres y al ver el auto, el padre comenzó a encenderse en furia,
al ver su hermoso tapizado todo rayado comenzó a golpear al niño en sus manos,
era tanta su ira que estaba verde de la cólera.
El padre golpeo a su hijo con mucha fuerza que hasta tuvieron que sacarle al niño de entre sus golpes El niño estaba en muy mal estado, tuvieron que dejarlo hospitalizado.
Pasado un tiempo, suena el telefono en casa de la familia y atiende el padre.
Lo llaman del hospital, explicándoles que era necesario que se presentaran de inmediato, se habían complicado las cosas,
El padre se presenta y le notifican que debieron amputarle las manos al niño ya que no había otra opción.
Entrando el padre a la habitación envuelto en lagrimas, El niño le dice sonriente: » Hola papito ya aprendi la lección, te prometo que ya no lo vuelvo a hacer mas, pero por favor devuélveme mis manitas…
El padre salio de aquella habitación y se suicido.
A veces damos tanta importancia a las cosas materiales,
al grado de lástimar a nuestros seres queridos y sobretodo,
muchas veces llegamos a lastimar a alguien que no se puede defender
¡QUÉ GRAN ESTUPIDEZ NO!
Los niños son difíciles de tratar.
El gran problema es de nosotros los padres
por nuestra gran torpeza e impaciencia.
Recuerda tú y yo alguna vez fuimos niños,
también hicimos travesuras en alguna ocasión.
Yo no sé tú, pero yo no quisiera este tipo de vida para mis hijos.
Muestrales tu cariño, que se sientan importantes
y recuerda que los niños sólo dan lo que reciben.